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Cómo acompañar a un enfermo terminal

La medicina paliativa parte de una premisa esencial: los pacientes con enfermedades progresivas, avanzadas y sin posibilidad de cura pueden recibir en su domicilio todas las técnicas y cuidados necesarios para garantizar su confort. En el centro de estos cuidados están el paciente, la familia y los profesionales de la salud. Acompañar a una persona en fase terminal representa un desafío tanto para sus seres queridos como para el sistema sanitario, por ello los cuidados paliativos deben asumirse como un derecho fundamental que protege la dignidad en el final de la vida.

Estos cuidados buscan promover el bienestar, mitigar el sufrimiento y ofrecer una despedida lo más serena posible. Para lograrlo, es necesario establecer una comunicación empática, controlar los síntomas físicos y emocionales, y brindar apoyo integral tanto al paciente como a su familia.

 

¿Qué son los cuidados paliativos?

• Son una forma de atención integral a pacientes con enfermedades incurables.

• Alivian el sufrimiento físico, emocional y espiritual.

• Reconocen la muerte como un proceso natural, sin intentar acelerarla ni retrasarla.

• Integran aspectos psicológicos, sociales y espirituales del cuidado.

• Apoyan a la familia durante la enfermedad y en el proceso de duelo.

• Utilizan un enfoque interdisciplinario.

• Mejoran la calidad de vida.

• No se limitan a la etapa final; pueden iniciar desde fases tempranas de la enfermedad.

• Ayudan a afrontar complicaciones clínicas y emocionales.

 

¿Cómo cuidar a un enfermo terminal?

1.- Ofrécele compañía
La etapa final de una enfermedad puede ser profundamente solitaria. Estar presente, aun en silencio, puede brindar consuelo. Respeta también sus momentos de soledad y reconoce que su energía disminuirá progresivamente.

2.- Escucha con atención
La comunicación abierta ayuda a aliviar la ansiedad, el miedo y el dolor emocional. Escucha con empatía, sin juzgar, permitiendo que exprese sus pensamientos, dudas o deseos.

3.- Usa el contacto físico
Un gesto tan sencillo como tomar la mano transmite calor, apoyo y cercanía. La presencia física de los seres queridos es un gran consuelo.

4.- Sé sensible a sus emociones
Enfrentar la muerte genera un torbellino emocional: tristeza, rabia, negación. Escuchar sin minimizar y validar esas emociones es esencial.

5.- Habla con la verdad
Si el paciente desea saber sobre su estado, responde con honestidad y delicadeza. La información sencilla y gradual ayuda a procesar mejor la situación.

6.- Infórmate sobre su enfermedad
Comprender el diagnóstico, las etapas y los efectos de la enfermedad te permitirá brindar un mejor acompañamiento y tomar decisiones informadas.

7.- Cuida su bienestar físico
Controla el dolor y los síntomas, fomenta su higiene y cuida su apariencia. Sentirse bien consigo mismo también le otorga paz.

8.- Apoya su alimentación
Ofrece alimentos acordes a sus necesidades, suplementos si es necesario, y asegúrate de mantenerlo bien hidratado.

9.- Alivia su sufrimiento existencial
Ayuda a encontrar sentido, incluso en medio del dolor. El amor, la gratitud y la paz espiritual pueden aliviar más que cualquier fármaco.

10.- Refuerza su autoestima
Evita sobreproteger. Anímalo a participar en pequeñas decisiones o actividades. Su dignidad debe ser respetada hasta el último momento.

11.- Si expresa deseo de morir
No lo ignores ni lo minimices. Escucha con sensibilidad. A menudo, ese deseo nace de la angustia, el miedo, el agotamiento o el dolor mal controlado. Reforzar el apoyo emocional y médico puede marcar la diferencia.

12.- En caso de inconsciencia
Incluso si parece no estar consciente, háblale con cariño. Menciona quién está presente, qué está sucediendo. El sentido del oído es el último que se pierde.

 

Acompañar también a la familia

La familia atraviesa su propio duelo anticipado. Requiere información clara sobre la enfermedad, contención emocional, apoyo económico y la posibilidad de compartir la carga del cuidado. También necesita espacios para hablar, llorar y ser escuchada.

 

No te olvides de ti

El cuidador también necesita cuidado. Acompañar a un enfermo terminal implica desgaste físico, mental y emocional. No puedes dar lo que no tienes: duerme, aliméntate, busca apoyo emocional y permítete descansar. Contar con una red de apoyo evita que el peso recaiga en una sola persona.

 

En resumen

Brindar cuidados a una persona en fase terminal es un acto de amor profundo. Implica sostener con dignidad, aliviar con ternura y despedir con respeto. La clave está en acompañar con empatía, valorar el tiempo compartido y cuidar también de uno mismo. Porque cuidar también es curar. Y cuando el amor guía, la despedida puede ser serena, humana y compasiva.

 

REFERENCIAS

Agre, Patricia, Gilly Burn. (1993). Manual para la familia. PACI Programa de Asistencia Continua Integral. [Archivo PDF]. Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos. https://acortar.link/0p4Qai 

Astudillo Alarcón, Wilson y Carmen Mendinueta Aguirre. (2017). Cómo ayudar a un enfermo en fase terminal. [Archivo PDF]. Paliativos sin Fronteras. https://acortar.link/sP88We 

Bescós Orós y Ana C. Zamora Moliner. Manual de Cuidados Paliativos para M.I.R. [Archivo PDF]. Paliativos sin Fronteras. https://acortar.link/GgZPp7 

Doctor informando su diagnóstico a su paciente dentro de un hospital.

"El hombre es el remedio del hombre." — Wolof